CAPAZMENTE SE ENTIENDA --- escrito del año 2012 o por ahí ---
POR: Lucio Pedro Aberastain Ponte
Soy argentino-boliviano de esos que andan la cordillera; andino y mascando coca y hermanado con huanacos, alpacas y llamas... llevo la quena de Coquena
en mi morral y socializo penas y alegrías en patios de tierra, en tertulias de vinos y amores y al rencor lo nombro Amor para que no se me arrugue la alma. Soy negro, zambo, mestizo, Tupí, Azteca y Tolteca... soy de los que fundamos esta tierra con sangres huarpes, yagán de la Panamericana, Ona de Zárate... porteño de allá por Catamarca... tengo 55 y me nutro de la impronta militante de Néstor, de Cristina, de Perón y de Evita... leo a Cortázar y me empalago con Borges
y con Arlt... la poesía de Riccio me puede... Soy gitano sin campamento, adivino, mago, protervo, locuaz, lanzado, puteador -es un arte-, contestatario irreverente, servil con mis pocas agachadas (porque son mías); me descubro en mis 16, laburante de mis sueños... soy judío de esos que dignificó el General en las colonias de Entre Ríos, Moro, indio, inmigrante... soy argentino del Sur y del Norte; escapado y visitante... un sudaca que suda en la aglomerada concentración de voluntades, en el estiércol de los corrales, muchedumbre y silencio; soy el grito encallecido de esos a los que nadie escuchaba, hijo de los peones sublimes arrasados por las conquistas cobardes de los exércitos opresores en la Patagonia dolida donde se enseñorea el ripio y las distancias te estrujan la conciencia. Voy vagando a ver qué encuentro... soy del palo de los que abren la mano y estoy entrando a viejo y no me siento trapo... creo en el hombre, en la mujer, en el niño y en el anciano... repudio los depósitos de humanos y sostengo que los abuelos deben morirse en sus camas... y en eso, todavía, lo escucho a Sampayo, a Chavero, a Joaquín y al Nano, a los cubanos más amados... Soy de los que discriminan a los que discriminan -y me costó tiempo, rabia y dolores aprender-. Soy negro cabeza, soy grasita, soy morocho, soy sangre de gaucho y fui GUACHO por mucho tiempo... caminador de basurales, villero, tomador de buenos vinos, juntador de ilusiones, tomador, en definitiva, porque el trago me lo pago yo, y si alguien me invita, ya habrá tiempo para estar del otro lado del bolsillo... Soy polaco de hijas morochas y de ojos verdes... soy panza verde, charrúa y guaraní, bolsero y changarín, viajante de comercio, vendedor de baratijas... peñero y autodidacta... Caminador -ya lo dije-, y nunca perdonavidas, porque esa vara se me perdió hace tiempo cuando me la jugué al truco -y la perdí- con esa puta vieja a la que llamamos Muerte. Ando en dos patas, todavía, porque la simple mención de las ganas de seguir levantando polvo con las patas alcanza pa que la desgraciada te deje seguir andando... debe ser eso, nomás, debe ser eso. Soy el caballo y el perro... dejé de tener visión antropocéntrica cuando cagado de hambre, un perrito, en Salta, volviendo de Bolivia, me permitió hincarle el diente a un cacho de pan, a su lado, en medio de una noche fría como el desprecio... Soy un escapado que huye perfeccionadamente -también es un arte-; soy tu hermano, no tu pariente... Soy amigo del dolor, y del Pueblo que sufre; soy un explotado, y soy el que anda, silencioso, esperando, mientras mi Pueblo se levanta, cada día un poco más, aunque se caigan un poco más los malditos oligarcas, los despreciadores oficiales, esos de la aristocracia de la guita, esos que entrehablan en inglés y al final consiguen que "nadie" les entienda un carajo de lo que dicen... soy la cifra inconclusa... tango milonga zamba chacarera cielo polca chamamé y cueca... soy de los que lloran por Cafrune y por el Mundo atómico y por el hambre... Soy Montonero y Uturunco, soy de la parte de acá del corral hecho de palo a pique... el que alimenta la espera de todas las esperas. Manifiesto en el aire, marcha y movilización... voy a cortar las alambradas con la misma firmeza con que me doy al amor, aunque más no sea por un rato, que de eso -estoy seguro- estamos hechos. Presumo de ser bueno aunque sé que no lo soy... eso no impide mejorar, y, a veces, el tiro sale por la culata. No visto insignias... soy Pueblo... no necesito más que un techo de chapa y perro que me ladre... el fuego y el mate llegan, siempre... Soy de Néstor y de Cristina, y también soy lo que los demás quieren, pero con eso no puedo hacer nada. Soy de Peñaloza y de Rosas, de Dorrego y Quiroga y de Lanza Seca, ese que mató a mi pariente porque mi pariente era un traidor a la Patria!!! Si te digo que soy Peronista, Surameriano de la Patria Grande, de la ABYA YALA... Federal, bolivariano, que lo banco a Chávez y me nutro con Fidel... que miro el cielo de Farabundo, que creo firmemente en la retórica revolucionaria de Ernesto y en la práctica de andar la Revolución... que aprendo con la Juventud que se descalza para transitar las multitudes que hacen día a día la revoluta a pesar de Clarín, de los Gorilas, de la Mesa de Enlace de los pungas de sueños y la puta suerte que los parío, ¿me creés? La verdad es que me importa tres carajos si me creés o no; yo ya expuse lo mío. Ahora, vos, Gorila, cipayo enorme, compra-vende dólares a costa de la vida de otros, decime qué sos, porque hacia donde vas ya lo sé... pero te falta definirte... si no lo hacés no serás más que otra figurita en el álbum del olvido
Soy argentino-boliviano de esos que andan la cordillera; andino y mascando coca y hermanado con huanacos, alpacas y llamas... llevo la quena de Coquena
en mi morral y socializo penas y alegrías en patios de tierra, en tertulias de vinos y amores y al rencor lo nombro Amor para que no se me arrugue la alma. Soy negro, zambo, mestizo, Tupí, Azteca y Tolteca... soy de los que fundamos esta tierra con sangres huarpes, yagán de la Panamericana, Ona de Zárate... porteño de allá por Catamarca... tengo 55 y me nutro de la impronta militante de Néstor, de Cristina, de Perón y de Evita... leo a Cortázar y me empalago con Borges
y con Arlt... la poesía de Riccio me puede... Soy gitano sin campamento, adivino, mago, protervo, locuaz, lanzado, puteador -es un arte-, contestatario irreverente, servil con mis pocas agachadas (porque son mías); me descubro en mis 16, laburante de mis sueños... soy judío de esos que dignificó el General en las colonias de Entre Ríos, Moro, indio, inmigrante... soy argentino del Sur y del Norte; escapado y visitante... un sudaca que suda en la aglomerada concentración de voluntades, en el estiércol de los corrales, muchedumbre y silencio; soy el grito encallecido de esos a los que nadie escuchaba, hijo de los peones sublimes arrasados por las conquistas cobardes de los exércitos opresores en la Patagonia dolida donde se enseñorea el ripio y las distancias te estrujan la conciencia. Voy vagando a ver qué encuentro... soy del palo de los que abren la mano y estoy entrando a viejo y no me siento trapo... creo en el hombre, en la mujer, en el niño y en el anciano... repudio los depósitos de humanos y sostengo que los abuelos deben morirse en sus camas... y en eso, todavía, lo escucho a Sampayo, a Chavero, a Joaquín y al Nano, a los cubanos más amados... Soy de los que discriminan a los que discriminan -y me costó tiempo, rabia y dolores aprender-. Soy negro cabeza, soy grasita, soy morocho, soy sangre de gaucho y fui GUACHO por mucho tiempo... caminador de basurales, villero, tomador de buenos vinos, juntador de ilusiones, tomador, en definitiva, porque el trago me lo pago yo, y si alguien me invita, ya habrá tiempo para estar del otro lado del bolsillo... Soy polaco de hijas morochas y de ojos verdes... soy panza verde, charrúa y guaraní, bolsero y changarín, viajante de comercio, vendedor de baratijas... peñero y autodidacta... Caminador -ya lo dije-, y nunca perdonavidas, porque esa vara se me perdió hace tiempo cuando me la jugué al truco -y la perdí- con esa puta vieja a la que llamamos Muerte. Ando en dos patas, todavía, porque la simple mención de las ganas de seguir levantando polvo con las patas alcanza pa que la desgraciada te deje seguir andando... debe ser eso, nomás, debe ser eso. Soy el caballo y el perro... dejé de tener visión antropocéntrica cuando cagado de hambre, un perrito, en Salta, volviendo de Bolivia, me permitió hincarle el diente a un cacho de pan, a su lado, en medio de una noche fría como el desprecio... Soy un escapado que huye perfeccionadamente -también es un arte-; soy tu hermano, no tu pariente... Soy amigo del dolor, y del Pueblo que sufre; soy un explotado, y soy el que anda, silencioso, esperando, mientras mi Pueblo se levanta, cada día un poco más, aunque se caigan un poco más los malditos oligarcas, los despreciadores oficiales, esos de la aristocracia de la guita, esos que entrehablan en inglés y al final consiguen que "nadie" les entienda un carajo de lo que dicen... soy la cifra inconclusa... tango milonga zamba chacarera cielo polca chamamé y cueca... soy de los que lloran por Cafrune y por el Mundo atómico y por el hambre... Soy Montonero y Uturunco, soy de la parte de acá del corral hecho de palo a pique... el que alimenta la espera de todas las esperas. Manifiesto en el aire, marcha y movilización... voy a cortar las alambradas con la misma firmeza con que me doy al amor, aunque más no sea por un rato, que de eso -estoy seguro- estamos hechos. Presumo de ser bueno aunque sé que no lo soy... eso no impide mejorar, y, a veces, el tiro sale por la culata. No visto insignias... soy Pueblo... no necesito más que un techo de chapa y perro que me ladre... el fuego y el mate llegan, siempre... Soy de Néstor y de Cristina, y también soy lo que los demás quieren, pero con eso no puedo hacer nada. Soy de Peñaloza y de Rosas, de Dorrego y Quiroga y de Lanza Seca, ese que mató a mi pariente porque mi pariente era un traidor a la Patria!!! Si te digo que soy Peronista, Surameriano de la Patria Grande, de la ABYA YALA... Federal, bolivariano, que lo banco a Chávez y me nutro con Fidel... que miro el cielo de Farabundo, que creo firmemente en la retórica revolucionaria de Ernesto y en la práctica de andar la Revolución... que aprendo con la Juventud que se descalza para transitar las multitudes que hacen día a día la revoluta a pesar de Clarín, de los Gorilas, de la Mesa de Enlace de los pungas de sueños y la puta suerte que los parío, ¿me creés? La verdad es que me importa tres carajos si me creés o no; yo ya expuse lo mío. Ahora, vos, Gorila, cipayo enorme, compra-vende dólares a costa de la vida de otros, decime qué sos, porque hacia donde vas ya lo sé... pero te falta definirte... si no lo hacés no serás más que otra figurita en el álbum del olvido
Ver menos
— en Los Hornos con Bancas Bancadas y Susana Palópolo.
Comentarios
Publicar un comentario