Montoneros, el final en primera persona - por: Carlos Kike Muñoz
En noviembre de 1978 se habían producido una sucesión de secuestros - desapariciones de compañeros/as amigos/conocidos de la ya diezmada Columna Capital de Montoneros. Era una secuencia siniestra que parecía imparable, y demostraba que el aparato represivo del Terrorismo de Estado disponía de un grado de "inteligencia" que perforaba con relativa facilidad, nuestro funcionamiento clandestino. Ese lunes 20, me pasaron una "cita " en el teléfono de "control", atendido por doña Luisa, una jubilada que desconocia lo que representaba cada mensaje cifrado y que inocentemente creía que nuestro pelotón era un entusiasta grupo de vendedores de libros.
La militancia en la clandestinidad se había transformado en un peligroso juego de movimientos calculados donde el mínimo error podía costarte la vida.
A las 19y30 hs tenia que empezar a caminar por la Avenida Caseros del lado de los números impares, desde Virrey Liniers hacia Boedo (dos cuadras), M. al que conocía desde solo un par de años antes, haría lo mismo partiendo de Boedo y charlar discretamente cuando nos cruzáramos..
El reingreso desde el exterior de "Lucho", nuevo responsable de la Columna, generaba una serie de requerimientos logísticos que deberíamos proveer.
Cada encuentro, en esos tiempos, era un desafío donde la tensión se podía palpar, y que en mi caso se manifestaba en un punzante dolor de cuello, como si estuviera contracturado.
Puntualmente empecé a caminar por Caseros recordando que las citas "envenenadas" se habían convertido en una trampa mortal para decenas de compañeros/as. Cuándo llegue a Boedo, sin poder evitar la transpiración supe que M había caido y que el círculo se cerraba asfixiante e incontenible.
Volví a casa pensando en que tenia que renunciar al laburo y levantar" con Ana nuestra casa, previo conseguir algún lugar "seguro", y que por lo menos contabamos con 48 horas para hacerlo.
Me equivoqué, al otro dia una patota de la esma allanaba el departamento y nos secuestraba.
Comentarios
Publicar un comentario